Situado en algún lugar del sur o en la frontera sur de Canaán y el Reino de Judá. Es mencionada muchas veces en el Antiguo Testamento y su nombre según la Vulgata y Los Setenta hace referencia a tres o cuatro ciudades mencionadas en las Escrituras. "Después se volvieron y vinieron a En Mispat, o sea Cadés ..." Gn 14, 7

Los filisteos volvieron a sus luchas contra los israelitas. Los dos ejércitos se hallaban frente a frente, dispuestos para la batalla. Entre los soldados israelitas se encontraban los tres hijos mayores de Isai, que envió a David a llevarles comida. Cuando el joven llegó al campamento, vio salir a un gigante de entre las filas enemigas. Era la cuadragésima vez que salía a provocar a los israelitas.

- ¿Quién se atreve a luchar contra mí?

Goliat, pues así se llamaba el gigante- era verdaderamente impresionante: media más de tres metros. Llevaba un solido casco, una coraza muy resistente, e iba armado con una espada y una enorme lanza. Los israelitas temblaban sólo con verlo. Entonces el joven David exclamó.

- ¡Yo lucharé contra ese gigante!

- ¡Si no eres más que un niño! - le respondió Saúl- ¡Y Goliat es un guerrero!

Pero David insistió. No quiso aceptar ni las armas ni la coraza que le ofrecieron. Se dirigió al combate con su honda y cinco piedras.

- ¡Ven para que te aplaste, criatura diminuta!- se burló Goliat.

Pero David, valiente y confiado, le replicó:

- Tú vienes hacia mi armado hasta los dientes, ¡pero mi auténtica arma es la confianza que tengo en Dios!

Al decir esas palabras cogió la honda y lanzó una piedra que fue a parar en medio de la frente del gigante. Goliat cayó muerto. Al ver a su gran héroe derribado, los filisteos huyeron. 

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Saul, David y Salomón.